Los recuerdos que dan forma al futuro
Tómese un tiempo para recordar historias de la fidelidad de Dios y compártalas con las personas que son parte de su vida.
Hoy leemos que Moisés reunió al pueblo para que toda la nación pudiera celebrar un pacto con Dios. Pero no comenzó como cabría esperar: con detalles sobre el juramento, lo que el pueblo debía hacer, lo que el Señor haría o las consecuencias de la fidelidad o la infidelidad. Por el contrario, Moisés comenzó recordando al pueblo todo lo que Dios ya había hecho.
¡Oh, las cosas que ellos habían visto con sus propios ojos! ¡Las cosas que habían tocado con sus manos y saboreado con sus labios! Dios había entrado en sus vidas de maneras tangibles e inconfundibles, y debido a estas experiencias y recuerdos, sabían que “las [cosas] reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley” (Deu 29.29).
Hoy en día, sigue siendo cierto que ganamos confianza en Dios y confiamos en el futuro cuando recordamos lo que Él ya ha hecho en nuestra vida. Pero aferrarnos firmemente a estos recuerdos puede ser más difícil de lo que parece.
¿Cuáles son las historias de su fe y las de su familia? ¿Cómo y cuándo le ha encontrado, guiado, alimentado Dios? Encontremos formas de contar esas historias, a nosotros mismos, a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos.
Leer Deuteronomio 29
– Meditacion 17 de marzo 2024 (En Contacto)